Rocío Carrasco: ver para creer

La serie documental sobre Rocío Carrasco se ha convertido en el líder indiscutible de la noche de los miércoles y en todo un hito para la visibilidad en contra la violencia machista y sus distintas caras

Esto es lo que ocurre cuando se junta el testimonio de una mujer famosa a la que le rodea la polémica, con el horario de máxima audiencia en televisión. Telecinco ha grabado más de 60 horas de conversación con información inédita que arrojan luz sobre el relato de la hija de la gran cantante, Rocío Jurado, y la invalidación mediática y violencia institucional que afirma haber sufrido. 

“Rocío, contar la verdad para seguir viva” es la serie documental de doce capítulos en la que la protagonista, Rocío Carrasco, relata su historia en forma de diálogo único. Toda una serie de testimonios de sus vivencias y el maltrato físico y psicológico recibido por parte de su exmarido, Antonio David Flores, sin olvidar la presión del foco mediático y el orden institucional que nunca se posicionaron de su lado. 

Según se relata en la serie de la casa Mediaset, Antonio David y Rocío fueron matrimonio durante muchos años y tuvieron dos hijos, Rocío Flores y David. Durante los embarazos de Rocío, ya se empezaron a notar las diferencias entre ellos y los malos gestos por parte del ex-guardia civil, Antonio David, según cuenta la protagonista en sus declaraciones. Rocío Carrasco empieza a percibir lo que podrían ser infidelidades y relata los gestos por parte del que entonces fuera su pareja, que van desde amenazas a episodios de maltrato psicológico y físico. A sus testimonios en primer plano le acompañan horas de platós de televisión. La polémica se desata ya que es la primera que vez que se conoce la historia contada directamente por Rocío. 

Aunque la serie todavía no ha llegado a su fin, distintos políticos españoles, como la ministra de igualdad Irene Montero, han participado en la recepción del documental apoyando el valor de Carrasco a través de declaraciones o publicaciones en Twitter. El relato y la denuncia de Rocío ha abierto las puertas al debate público sobre la violencia de género, pero no solo en los escenarios más imaginables: el maltrato psicológico, la revictimización o el daño ocasionado a través de los hijos, también son formas de violencia machista, que existen entre muchas otras, y que pueden servir para abrir los horizontes de mujeres que lo sufran o que no eran tan conscientes de ello. 

La serie documental se asienta y se hace necesaria si tenemos en cuenta que en España, solo desde el año 2003 que empezó el recuento, ha habido 1.083 víctimas mortales por violencia de género, según los datos obtenidos del Ministerio de IgualdadPor otro lado, algo que también se puede destacar, es la inclusión de este tipo de temática más social en el ámbito de la prensa rosa.  

La propagación de testimonios de mujeres que han sufrido violencia de género abre espacio, dalegitimidad y también valor, a otras mujeres que puedan estar en situaciones parecidas. El perfil de Carrasco, famosa desde su nacimiento, tampoco cumple con la imagen de “víctima estándar” y esto contribuye al sentido de variedad en la lucha. 

Si bien, los intereses de las cadenas y los beneficios de la audiencia, una vez más, no entienden de valores más allá del oportunismo. No se puede dejar pasar por alto que la misma cadena que hoy emite el documental y se conmueve, lo vende como un melodrama. La misma que no dejó de juzgar a la protagonista durante los peores años, supieran o no la verdad.  Y es que ya lo decía Amaia Montero en aquella famosa canción: “¿y a cuánto vendes tú la verdad?”

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