“Si el dinero puede viajar, también deberían poder viajar las personas”

Nikolas Georgiou, que siempre lleva su cámara encima, afirma que la crisis migratoria es en realidad una crisis de derechos humanos. Con sus fotografías, traslada el drama de los emigrantes en el Mediterráneo a toda la prensa mundial, desde Le Monde hasta The Times o The Guardian.

Tras la crisis financiera de 2010 en Grecia, Nikolas Georgiu (ingeniero por formación, fotoperiodista de profesión) mezcla su pasión por la fotografía con su deseo de “ser los ojos de la gente” para narrar, con sus imágenes, uno de los mayores dramas europeos de este siglo: la crisis migratoria en el Mediterráneo. Grecia es el “almacén de refugiados de Europa”, afirma, aunque para él es muy importante recalcar que cuando hablamos de “migrantes” o “refugiados” en realidad estamos hablando de “seres humanos”. En las islas griegas, actualmente (sobre)viven miles de personas en campos de refugiados. Habitan en condiciones muy precarias y poco seguras, expuestos a las inclemencias del tiempo y hacinados en tiendas de campaña.

Políticas inhumanas

En Moria (Lesbos) se encuentra el mayor campo de refugiados de Grecia, con una capacidad para 3.000 personas, aunque en él viven 20.000. Esto, según Nikolas, “viola los derechos humanos” y es consecuencia de unas políticas que han virado hacia la extrema derecha, tanto en Grecia como en la Unión Europea. Estas políticas internacionales han levantado muros y tienen una clara tendencia xenófoba. Una de las medidas que lo muestran es la declaración de la Unión Europea y Turquía de marzo del 2016, por la que los migrantes que no precisen protección internacional y que lleguen a Grecia pueden ser enviados de vuelta a Turquía.

El gobierno heleno, “altamente corrupto, nacionalista y racista”, envía en caliente a los refugiados. Existen numerosas pruebas que demuestran que en el mar Egeo la Guardia Costera griega pone en riesgo la seguridad y la vida de los migrantes. Desde diferentes ONG, como la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) o la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), se ha pedido una investigación al Ejecutivo griego.

Nikolas afirma que desde la mencionada declaración de la Unión Europea y Turquía llegan a las costas griegas menos inmigrantes. Esto es consecuencia de los procedimientos ilegales que llevan a cabo los cuerpos y seguridad del Estado heleno. Y, lo más grave es que estas políticas no son “un error”, sino un “acto deliberado de la Unión Europea”.

La insalubridad y podredumbre en los campamentos

Otro de los problemas en la vida de los campos de refugiados, señala, son las condiciones de salubridad. Estos campos están situados “en medio de la nada” y tienen muy malas condiciones higiénicas. Condiciones que llevaron, el pasado mes de marzo, a un joven de veintitrés años a la muerte: “gritaba de dolor y nadie le prestó atención”. Para Nikolas, lo preocupante es que “a los animales, en Europa, se les trata mejor que a los refugiados”. Además, el gobierno actual griego no permite el acceso a la prensa a los campamentos. Esto implica que ni siquiera se sabe la gravedad, con certeza, de lo que ocurre realmente dentro.

Los refugiados, aunque muchos “se integran y logran vivir felizmente”, no tienen en esos campamentos unas esperanzas de un futuro mejor y desearían poderse ir a otros países europeos. Son conscientes de que, como consecuencia de la crisis financiera, en Grecia no hay trabajo. Ellos han puesto su vida y la de sus familias en peligro cruzando el Egeo o el Mediterráneo, huyendo de la guerra o de la pobreza y ahora se les encierra en un campamento en mitad de ninguna parte. La situación en la que viven también es violencia, “la podredumbre es violencia”.

Actualmente, viendo a los políticos europeos y el giro “hacia la extrema derecha” de los gobiernos, no se puede saber de qué forma terminará esta crisis migratoria. Dentro de unas décadas, cuando esto quede atrás, las fotografías de Nikolas seguirán ahí para preguntarnos si, entre las aguas del Mediterráneo, se perdieron solo las vidas de los migrantes o también la humanidad de Europa.

Noticias relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *