«La idea es crear espacios para desarrollar proyectos»

Marcos García Cristóbal reflexiona sobre la importancia de la cultura libre en la gestión cultural, el papel clave de los laboratorios ciudadanos y el futuro de la cooperación en proyectos de innovación social.

Marcos García Cristóbal. Madrid, 1974. A sus 32 años, Marcos fue responsable de la programación de contenidos y de la coordinación de las líneas de trabajo de Medialab-Prado de Madrid, donde impulsó proyectos de innovación social y colaboración abierta. Ha trabajado en la creación de redes de laboratorios en España y América Latina, promoviendo la participación ciudadana en la resolución de problemas sociales. Actualmente, sigue desarrollando iniciativas para fortalecer la cooperación entre comunidades y fomentar la creatividad colaborativa y estuvo presente durante la cuarta edición de las jornadas de cultura libre de la URJC.

Pregunta: ¿Qué aspectos consideras fundamentales en la formación de futuros gestores culturales?

Respuesta: Creo que los gestores culturales tienen mucho que aprender de la cultura libre. La gestión cultural tradicional se basa más en la programación de contenidos para su exhibición o difusión. En cambio, la cultura libre nos invita a propiciar espacios para la cocreación y coproducción de proyectos de manera abierta. Un buen ejemplo de esto es el mundo hacker y la organización de los hack meetings, que llevan realizándose más de 25 años. En estos encuentros, son los propios participantes quienes proponen las charlas y talleres. Este tipo de proceso abierto en la organización de eventos es, a mi parecer, el elemento diferenciador que la cultura libre ofrece al ámbito de la gestión cultural.

P:¿Qué figura consideras más importante para el desarrollo de los laboratorios ciudadanos?

R:-Lo ideal es que sean procesos de creación colectiva y abierta. Puede haber un grupo motor, pero es fundamental que rápidamente implique a otros agentes en la organización del laboratorio. Se trata de generar un contexto en torno a un tema, un problema o una idea y, a partir de ahí, desarrollar una investigación sobre sus implicaciones desde diversos puntos de vista: cultural, social, ambiental, científico o académico, entre otros.

Para ello, es clave involucrar a diferentes actores: administraciones públicas, empresas colaboradoras, colectivos sociales, académicos y activistas. Un laboratorio ciudadano funciona a través de una convocatoria abierta a proyectos, a la que sigue otra convocatoria para colaboradores. En este proceso es esencial fomentar la participación de personas de distintos ámbitos.

P:¿Cuál de los proyectos futuros de laboratorios ciudadanos recomendarías?

R:- Os invitaría a participar en los siete laboratorios que se celebrarán en la provincia de Castellón a finales de junio y principios de julio. En Madrid, destacaría el que se llevará a cabo en el Instituto Simone Veil, así como los de Paracuellos del Jarama y El Boalo, que ya tienen los proyectos seleccionados. Además, en Madrid ciudad, está el laboratorio de la Dehesa de la Villa, que tendrá lugar el 9 y 10 de mayo.

P:¿Tienes alguna anécdota memorable de algún laboratorio ciudadano?

R:- Ahora mismo me vienen a la mente situaciones problemáticas debido a la intensidad emocional de estos encuentros, como casos de personas que han vivido momentos difíciles por temas de salud mental.

Pero, también hay anécdotas curiosas y bonitas. Por ejemplo, ayer en La Casa Encendida estábamos explicando a los visitantes qué es un laboratorio ciudadano, y hablamos de un proyecto sobre los sonidos de la comida al cocinar. Un visitante de Valencia nos contó que en valenciano hay una palabra específica para describir el sonido del arroz tostándose en la paella, lo que nos pareció fascinante.

Otro proyecto trataba sobre las naranjas y alguien mencionó un dicho en Valencia: «Al naranjo, el toro le tiene que rozar el cuerno». Explicaba que los naranjos no pueden estar en climas demasiado fríos, pero necesitan una ligera helada para mejorar la calidad de la fruta.

Y luego, claro, hay muchas anécdotas personales, incluso, parejas que se han conocido en laboratorios y han formado familia…

P:En la charla mencionaste que en Latinoamérica los laboratorios ciudadanos están más desarrollados, ¿cuál crees que es la clave para que sigan evolucionando en España y Europa?

R:- En España también hay muchos laboratorios ciudadanos y, de hecho, su desarrollo ha estado muy vinculado a la colaboración con países de América Latina. Esto se ha facilitado por el idioma, pero también en Brasil y Portugal hay iniciativas similares.

La clave está en hacer con lo que hay, en las ganas de juntarse y colaborar. En Latinoamérica, la participación en los laboratorios es masiva, y creo que también hay un fuerte componente de celebración. Participar en un laboratorio ciudadano implica trabajar intensamente, pero también compartir momentos de encuentro y disfrute, lo que refuerza la motivación y el entusiasmo.

En El Pentágono recibimos a Marcos García Cristóbal, un reputado comisario de arte y gestor cultural madrileño. ¡No lo dejes para después!

— El Pentágono (@ElPentagono55) March 29, 2025

P:¿Cuáles son tus metas profesionales para los próximos años?

R:- Me interesa seguir explorando la creación de redes regionales y locales de laboratorios ciudadanos, así como la posibilidad de formar una red de redes a nivel estatal. La idea es que haya suficientes espacios donde la gente pueda reunirse para colaborar y desarrollar sus propios proyectos, siguiendo una lógica descentralizada y colaborativa, similar a la de internet.