Aharón Santamaría, disciplina, sacrificio y un sueño olímpico

Desde muy pequeño, Aharón Santamaría supo que el judo sería una parte fundamental de su vida. Con solo cuatro años, comenzó a entrenar en este deporte, aunque en aquel entonces todo era un juego.

Aharón no solo domina el tatami, sino que ha convertido cada caída en un paso firme hacia la cima del judo español. Su nombre ya resuena como uno de los grandes del judo nacional y su futuro promete seguir escribiéndose con fuerza y determinación.

Cuenta con una medalla de bronce mundial y el título de campeón de España júnior, este joven de Parla (Madrid) ha tejido su historia a base de constancia, técnica y pasión.

Esta semana, Aharón compitió en su primer Grand Slam, en Georgia, siendo este un torneo de gran prestigio, sin embargo, la experiencia no fue la esperada. El alto rendimiento no es fácil, sobre todo al combinarlo con estudios y vida personal, Aharón tiene 21 años y estudia el doble grado en Economía y Política. Con esfuerzo y organización, ha logrado equilibrarlo.

Hoy nos cuenta, de primera mano, su recorrido, cómo se empieza y cómo se mantiene en el mundo del judo.

Pregunta. ¿Cómo recuerdas tu primera competición oficial en judo?

Respuesta. Fue a los 15 años y dije “uf qué tensión, qué nervios”. La presión era intensa, incluso llegué a sentirme mal físicamente, pero con el tiempo aprendí a manejarlo y a disfrutarlo.

P. El judo es un deporte que combina fuerza, estrategia y técnica. ¿Qué fue lo que más te atrapó al inicio?

R. Al principio, la fuerza. Cuando somos pequeños nos gusta sentirnos más fuertes que el rival, pero con el tiempo descubres que la técnica y la estrategia son mucho más importantes.

P. Dicen que el judo deja enseñanzas para la vida. ¿Cuál ha sido la lección más valiosa que has aprendido?

R. Creo que se fundamenta sobre todo en los valores como el respeto hacia el rival, el árbitro, etc. Pero, sin duda, diría la disciplina, me ha aportado muchísima disciplina, que luego puedo extrapolar a distintos ámbitos de la carrera, familia, etc.

P. Esta semana has estado en Georgia, ¿has obtenido los resultados que esperabas?

R. Me han dado la oportunidad de ir a mi primer Grand Slam, el torneo más importante al que se puede acceder como judoka, quitando el europeo, mundial o JJOO, etc. Me he esforzado mucho, pero siendo sincero, no obtuve el resultado que quería, me puse nervioso y la presión me pudo. Hemos perdido la oportunidad, pero habrá que esperar a la siguiente y hacerlo mejor.

P. ¿Qué has extraído de esta experiencia?

R. Más bien poco, íbamos con mucha presión como comenté antes. Haber perdido en la primera ronda pues… un poco de decepción, tristeza, pero sin perder las ganas de aprender y ver los aspectos a perfeccionar, al final de toda experiencia se saca alguna cosilla.

P. ¿Cómo es de importante el apoyo de tu familia para ti como deportista?

R. Pues la verdad, es fundamental que tanto mis padres como mi chica persigan el mismo sueño que tengo yo, me intenten apoyar en todo y no me pongan problemas. Lo agradezco un montón, porque si no se me complicaría bastante.

P. Muchos deportistas tienen rituales antes de competir. ¿Tienes alguno?

R. Solía tenerlos, siempre usaba la misma sudadera para competir o calentar, pero he intentado perder esas costumbres para no tener que depender de absolutamente nada. También tenía una serie de rituales a la hora de calentar. Al final hay muchos tipos de campos y con condiciones distintas en las que no te puedes llevar esa sudadera o debes adaptarte al resto de cosas.

P. ¿Alguna vez has pensado en dejar el judo?

R. Sí, supongo que sí, que siempre lo piensas en tramos breves de tiempo cuando pierdes un par de competiciones seguidas o cuando te encuentras mal físicamente y piensas “igual esto no está hecho para mí”, pero luego recuerdas todo lo que llevas entrenado, el esfuerzo, el tiempo, llega una racha buena y se te olvida. Supongo que, como todo, con la carrera, por ejemplo, ese pensamiento de “madre mía, ¿qué estoy haciendo aquí?”.

P. ¿Has tenido alguna lesión importante?

R: He tenido “micro” lesiones, me considero afortunado. Por ejemplo, esguinces o fracturas en los dedos, que, aunque no son graves, pues es como estoy bien, estoy perfectamente, puedo hacer de todo, pero el dedo me impide agarrar y ya no puedo hacer judo”, y lo pasas mal, porque te puedes tirar dos meses sin poder tener normalidad en este deporte. Pero vaya, como tal, no me he roto un cruzado que es supercomún, un cruzado externo o una cosa así.

P. El judo no tiene tanta visibilidad como otros deportes. ¿Crees que esto debería cambiar?

R. Entiendo que es eso de que la oferta se rige en función de la demanda, si la gente quiere ver fútbol, tenis y baloncesto, es lo que se oferta. Pero, por ejemplo, en Georgia, la gente hace lucha desde una edad temprana, es el deporte rey. Ibas al estadio, y estaba completamente lleno. En España falta promoción, pero bueno, la realidad es la que hay. No hay mucha gente a la que le interese el judo, así que es más difícil conseguir ingresos.

P. ¿Tienes muchas compañeras dentro de este deporte?

R. Sí, en España el judo femenino funciona mejor que el masculino. O sea, las chicas, en comparación, tienen más nivel y sacan mejores resultados fuera.

P. Si pudieras dar un consejo a tu versión más joven, ¿qué le dirías?

R. No te dejes llevar por lo que pase a corto plazo y céntrate en objetivos a largo plazo. A lo mejor consigues lo que quieres en esta competición o en las dos siguientes, pero si te esfuerzas, acabará llegando cuando menos te lo esperes.

P. ¿Cómo es un día típico en tu rutina de entrenamiento y estudios?

R. Entreno entre cinco y seis horas diarias. Por la mañana hago un primer bloque de entrenamiento, luego almuerzo y voy a la universidad. Por la tarde, regreso al CAR para hacer el segundo entrenamiento del día, que incluye pesas, técnica o físico. Después ceno, estudio o paso tiempo con mi familia. Es una rutina exigente, pero me gusta.

P. ¿Tienes tiempo para descansar?

R. Descansamos poco. A lo mejor tenemos dos semanas de vacaciones en verano y una en Navidad. Pero a nosotros nos gusta, lo hacemos porque queremos.

P. ¿Cuál es tu gran objetivo en el judo?

R. A largo plazo, llegar a los Juegos Olímpicos e incluso hacer un buen papel: sacar medalla. A corto o medio plazo, ir escalando mi nivel poco a poco, subir puestos en el ranking mundial, acceder a competiciones como la que te acabo de contar, el Gran SLAM Europeo Mundial. Supongo que disfrutar del proceso hasta llegar a los Juegos.

P. Para terminar, si tuvieras que describir en una frase qué significa el judo en tu vida, ¿cuál sería?

R: Sería Kaizen, mejora constante y progresiva.