Bolsillos y precios inflados

La inflación en España roza el 10%, dato preocupante que pone en alerta a todo el flujo económico del país

En tiempos donde la población tan solo ve penurias como la pandemia o la crudeza de la guerra, no solo con eso, también ve cómo día tras día van subiendo los precios de lo que le rodea (el pan, la cesta de la compra, el agua, la luz, la gasolina, etc.) y cada vez a las familias les cuesta más llegar a final de mes. Y es que los datos establecen una inflación en España de casi un 10% -9,8% para ser más exactos-, cinco veces más que el límite del 2% fijado por el Banco Central Europeo. Un dato muy preocupante y que afecta de manera muy negativa a todo el flujo económico del país, debido a que las familias de asalariados y pensionistas ven mermado su poder adquisitivo; y las empresas van viendo cómo los gastos intermediarios en su proceso de fabricación se ven altamente incrementados, teniendo que subir el precio final de los bienes para obtener beneficios.

El exponencial incremento de este índice se ha visto afectado como consecuencia de la pandemia y también de la guerra ruso-ucraniana. Este último está afectando especialmente, sobre todo en materia del precio tanto del combustible como del gas; sin embargo, los principales indicadores económicos españoles ya marcaban una alta subida de los precios de estos elementos mucho antes del estallido del conflicto bélico.  Números y datos que abocan a un alarmismo severo debido a cómo los productos y servicios que solían tener un comportamiento de sus precios relativamente estables están comenzando a manifestar una tendencia al alza muy notoria. Precipitarse en recuperar lo perdido de forma inmediata podría realimentar la espiral de aumentos y sería a la larga más contraproducente para todos.

Una inflación que está siendo mucho más acentuada en España que en otros países de la eurozona como Italia, Portugal, Francia o Alemania entre otros, pues estos presentan entre un 2% y un 4% menos en la tasa de inflación. Esto se debe especialmente al precio de la electricidad en los diferentes y principales países europeos. Según datos elaborados por diferentes asociaciones de economía y los principales bancos españoles, reflejan una subida de un 80% del precio de la luz respecto al año anterior frente a una subida de un 33% de media en el resto de países del Viejo Continente.

Por su parte, el Gobierno confía en que pueda darse una solución a la guerra en un medio plazo para conseguir de esta forma, una rebaja gradual y paulatina de las tensiones inflacionistas. Para ello, más allá de una posible solución del conflicto, deberán desempeñar un papel clave las diferentes políticas energéticas propuestas, como la idea de conseguir una independencia energética junto a Portugal de la Unión Europea, o la rebaja del precio de la gasolina pueden servir para ayudar a las economías españolas; del mismo modo que su política exterior respecto al Sahara y Argelia puede repercutir en otra subida de precios del gas procedente de este país y frenar esas buenas medidas. Por eso es necesario que el Parlamento apruebe estas medidas para conseguir reducir el impacto de los combustibles, la energía y el proceso histórico de descarbonización y desaparición de plantas nucleares en España, para poder obtener a medio plazo un alivio en los bolsillos de la población y mejora en la economía de las diferentes empresas. 

Tiempos donde a las familias españolas les cuesta hacer la compra o repostar su vehículo, y que mira las diferentes propuestas del Gobierno para intentar paliar esta situación -que a veces se torpedea como en el caso de Argelia- y mejorar la vida de sus ciudadanos.

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