Ex-jugador del Atlético de Madrid y del Albacete, empresario y con un negocio familiar a sus espaldas, Alejandro Sánchez Gómez (Madrid, 1970) empezó junto con su padre y su hermano en un pequeño negocio de apuestas y, a día de hoy, tiene claro que sus seis salones de apuestas deportivas (Sportium) y todos sus trabajadores están pasando por el momento más complicado de toda su historia
Desde uno de sus salones situados en Pinto confiesa, con pesar, que aquel mes de marzo de 2020 supuso un antes y un después para todo su negocio “fue todo muy de repente, nos obligaron a cerrar inmediatamente y nos quedamos con ingresos cero”. Casi todos los negocios y pequeñas empresas tuvieron que echar abajo sus persianas y “estuvimos con un cierre total durante tres meses enteros y todo el personal, unas cincuenta personas, en un ERTE al cien por cien; fue una decisión obligatoria, más o menos, era muchísimo tiempo”.
Declara que, a pesar de que muchos negocios llegaron a acumular durante este tiempo algunas deudas en pagos a suministros y proveedores, ellos han sabido gestionarlo y salir adelante como han podido: “lo que hemos hecho ha sido respetar nuestra actividad tal y como veníamos haciendo; respetando letras, prestamos, etc. Y en cuanto pudimos, sacamos a todo nuestro personal del ERTE. Fuimos metiendo gente muy poco a poco”.
Las pérdidas económicas han sido millonarias durante estos meses atrás para cientos de sectores que han visto mermada su facturación y “es imposible recuperar lo perdido, son cosas a las que nos hemos tenido que adaptar y esto lo hemos contado como una catástrofe. Hemos partido de cero desde el día en que volvimos a abrir; esos tres meses cerrados no podemos contar con ellos de ninguna manera”. Las medidas que se han tomado han sido muy estrictas y “nuestra facturación ha caído en torno a un 45%. Nos obligan a cerrar a las diez de la noche, antes a la una de la madrugada. Respeto las leyes ante la pandemia, pero las restricciones horarias no van a hacer que la situación mejore”.
Pasado un año, y como en cualquier otra crisis, las ayudas son algo necesario para las pequeñas pymes y autónomos. El Gobierno incluye ahora a las casas de apuestas en las ayudas directas, pero “se debería de ampliar el abanico a otros muchos sectores”. No ajeno a las críticas que ha suscitado esta noticia, Alejandro es consciente de que “los salones de apuestas tienen muy mala fama en nuestra sociedad, pero somos uno de los sectores que más cotizamos a la seguridad social. Somos uno de los baremos más altos que hay de cotización. No cotiza igual un salón de juegos que una peluquería”. En ese aspecto, y tras las detracciones por parte de las Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) ante esta decisión, el empresario lo tiene claro: “las ayudas deben ser proporcionales a los gastos y aportaciones que den cada uno de esos negocios”.
Alejandro Sánchez siente en estos momentos que en España se sigue el ejemplo de Europa, pero nunca al compás, siempre a la cola en este tipo de ayudas, pues “llegan demasiado tarde y veremos a ver si llegan; yo tengo muchas dudas. Somos un país sin rumbo, tenemos empresas cerrando diariamente y se actúa demasiado tarde. Vamos muy por detrás”.
Entre sus planes a corto plazo se encuentran seguir trabajando para mantener como hasta ahora todos sus locales y a todo ese personal que ya es parte de su familia: “seguimos teniendo pérdidas en muchos de nuestros salones, pero confiamos en que la situación remonte, manteniendo a nuestra gente y trabajando de la mejor manera posible” y, además, para la clase política pide “hacer las cosas con coherencia y sentido común; los pequeños negocios somos el futuro de este país”.
