El papel de la mujer en la Semana Santa
La Semana Santa es una de las celebraciones más importantes y relevantes del país. No es solo una celebración, sino un compromiso con la fe, además de una tradición familiar que aúna el encuentro con las hermandades y la pasión católica. Aunque es vivida con la misma pasión por hombres y mujeres, esta festividad no siempre está al alcance de estas últimas. Las mayoría de mujeres no pueden disfrutar del privilegio de ser costaleras, quedando discriminadas en muchas cofradías y hermandades. Sin embargo, en la actualidad y en algunas zonas concretas del territorio nacional, la figura femenina está contando con una mayor presencia. A pesar de esto, ¿existe realmente la igualdad entre hombres y mujeres en el mundo de las cofradías?
En 2011 se publicó un decreto, dictado por el arzobispo Juan José Asenjo, en el que se establecía la plena igualdad de derechos entre los miembros de las hermandades sin que sea posible la discriminación en razón del sexo. Esto incluye la participación en la Estación de Penitencia, aunque las juntas de gobierno de las hermandades sometieron a voto el espacio que podría ocupar la mujer. Sin embargo, el papel que desarrolla en este ámbito sigue siendo escaso. Aunque todavía queda mucho por recorrer, cada vez son más las mujeres que se suman a la lucha para poder normalizar este asunto. Con el paso del tiempo se ha empezado a considerar normal ver a una mujer ejerciendo de costalera. Sin embargo, la mayoría de cofradías se niegan a llevar mujeres debajo de sus pasos.
Mujeres inspiradoras
Cada año con la llegada de la Semana Santa, este debate vuelve a colocarse en el punto de mira. Siguen siendo muchos los que están en contra de que la igualdad de género llegue al mundo cofrade y afirman que se debe continuar con la tradición. A día de hoy se pueden encontrar grandes ejemplos de mujeres que han decidido dar el paso hacia el mundo de la “costalería”. Uno de ellos es el de Sonia Alias, considerada la primera mujer costalera en Sevilla bajo la imagen del Niño Jesús de Praga de la Hermandad de la Virgen del Carmen de la Iglesia del Santo Ángel. Sonia puede ser tomada como una inspiración para algunas de las mujeres que quieren ponerse el costal. Un gran número de ellas no se atreve por lo que puedan decir o por la creencia de que una mujer no puede ser costalera.
Los privilegios en las hermandades
Poco a poco se está avanzando para conseguir esa igualdad entre hombres y mujeres. Aunque puede llegar a ser comprensible la opinión de los tradicionalistas, todos deberían tener acceso a las mismas oportunidades también dentro del mundo cofrade. Cada año aumenta el número de mujeres que quieren portar a los titulares de sus hermandades. A pesar de ello en ciudades como Granada, Sevilla, Málaga o Almería las posibilidades que tienen de hacerlo son escasas o incluso inexistentes. Vivir esta celebración tan característica para los cristianos no debería ser un privilegio del que solo los hombres puedan gozar. Lo más complicado es el paso de normalización, la gente no está acostumbrada todavía a ver a las mujeres cargar con las imágenes, es algo que sigue chocando. En el ámbito eclesiástico también es necesario que se avance para que esto pueda alcanzarse con plenitud algún día y se consiga esa igualdad real entre hombres y mujeres dentro del mundo de la Semana Santa.