La tarde del día 4 de abril estaba servida, uno de los equipos novatos de la Liga ACB , el Hereda San Pablo Burgos, recibía en su amado Coliseum a uno de los gigantes del baloncesto español, el Barça.
La expectante llegada del equipo visitante sucedía tras el aterrizaje de una de las superestrellas de este deporte: Pau Gasol que, tras más de 20 años, regresa a la que fue su casa antes de cruzar el charco y jugar en la aclamada NBA. Sin embargo, los anfitriones burgaleses también entraban confiantes después de haber asegurado su plaza en la copa europea de baloncesto tras derrotar al VFE Riga el pasado 24 de marzo. Estaba claro, sería un duelo de titanes; el cachorro contra el jefe de la manada, David contra Goliat.


El partido comenzaba pasadas las seis y media de la tarde sin los ánimos de la que se alza, por tercer año consecutivo, como la “Mejor Afición” según los Premios Gigantes: los hooligans del equipo burgalés. El Coliseum se hallaba en silencio, solo se oía el chirrido de las zapatillas, las maldiciones de los entrenadores y los golpes del balón sobre el suelo. Sin embargo, a pocos metros del estadio, el bar “Tendido 9” se configuraba como la nueva grada, al ser la sede de la famosa peña «Andrés Montes». La pequeña taberna albergaba, en su terraza exterior como marca las restricciones, a los nerviosos hinchas del club local. Las primeras canastas se celebraron con emoción, se aplaudía la buena línea de defensa y vitoreaban la constante recuperación de rebotes por parte de los azules. Al final del primer cuarto, el San Pablo Hereda ganaba 15 a 13 al Barça. David comenzaba a golpear a Goliat.
Durante el segundo cuarto, los azulgranas despertaron a golpe de indicación del entrenador Šarūnas Jasikevičius, el cual rebotaba desde el banquillo. Las luchas por los rebotes se volvieron campos de batalla, y los jugadores del Barça tuvieron varios tiros libres a su favor, equilibrando el partido. Llegaba el descanso con un empate, 32-32, David comenzaba a cansarse y Goliat retomaba su fuerza. Aún así los ánimos no decaían, las bufandas besaban el viento gélido de Burgos mientras los hinchas cantaban para aupar a su equipo a la victoria, como el Cid Campeador. Sin embargo, esos cánticos no valieron de mucho. Al sonar el pitido de inicio del tercer cuarto, los azulgranas comienzan la escabechina, siendo mejores en ataque y en defensa, recuperando todos los balones y encestando los tiros libres. El partido se encuentra en su cuarto final cuando el entrenador del Barça es expulsado por protestar, a pesar de que el marcador ya se inclina hacia la victoria azulgrana.
Final del partido, David es vencido por Goliat. El “Tendido 9” permanece en silencio mientras la televisión anuncia el marcador: “77 puntos del San Pablo, 93 puntos para el Barça que se alza con su decimosexta victoria consecutiva en liga”. Ya ante las cámaras, el entrenador del San Pablo Burgos, Joan Peñarroya, declaraba cabizbajo: “el tercer cuarto nos ha destrozado”. Por otro lado, Jasikevičius alababa a sus jugadores: “todos han podido aportar”. El hombre del partido fue, por mayoría popular, el jugador azulgrana Kuric, el cual anotó 20 puntos. La noche se ceñía sobre la gran Catedral de Burgos y las terrazas comenzaban a cerrar, dejando a los hinchas burgaleses vagando por las aceras tras la inevitable derrota. En sus cabezas, la pérdida de una oportunidad para justificar la participación de su equipo en la ACB. No obstante, ¡ya vendrá otro Goliat para este David!, y esta vez, esperan no fallar.