De las deslealtades del PP a Fuenlabrada

La Comunidad de Madrid deja a Fuenlabrada al borde del colapso al no renovar su sistema sanitario

Muchos sanitarios se contagiaron, algunos se jubilaron ante el riesgo de contraer el virus y muchos otros terminaron tan saturados que se plantearon dejar su profesión. En los peores momentos de esta crisis mundial, ellos asumieron su responsabilidad en todo momento, cuidando a la población cuando más los necesitaba. Sin embargo desde que terminó el confinamiento algunos dirigentes políticos han olvidado el comportamiento ejemplar que tuvieron los sanitarios.

Este es el caso de Fuenlabrada: la pandemia provocó un gran número de contagios y que muchos profesionales del ámbito sanitario fueran trasladados a otros hospitales. Además, varios de sus centros de salud y de urgencias se cerraron y todavía no se han reabierto. Y ahora, por si fuera poco, la Comunidad de Madrid planea el despido de 177 sanitarios del Hospital de Fuenlabrada. La excusa es el gasto que genera tener tanto personal en plantilla, pero parece que desde la Comunidad no han tenido en cuenta la presión hospitalaria actual. Los contagios, aunque más controlados que en lo peor de la pandemia, no dejan de aumentar. Los fuenlabreños necesitan contar con la seguridad de que están cubiertos por una red sanitaria sólida.

Desde que empezó la pandemia, Fuenlabrada ha pedido en varias ocasiones tomar medidas más avanzadas que permitieran reforzar el sistema de salud. Este mes de abril, ante la amenaza de despidos de la Comunidad de Madrid, el Pleno de Fuenlabrada ha aprobado dos mociones. Una de ellas reclama la contratación de más personal sanitario, y la otra aboga por la lucha contra la precariedad laboral. Estas mociones recogen puntos esenciales para el sistema de salud de Fuenlabrada. Tanto es así que todas las formaciones políticas -sorprendentemente, incluso Vox- han votado a favor o se han abstenido. Todas, claro, excepto el PP.

Prioridades fuera de Fuenlabrada

Son de sobra conocidos los desacuerdos que han tenido Javier Ayala, alcalde socialista de Fuenlabrada, y Noelia Núñez, portavoz del Grupo Popular. Desde hace dos años, Fuenlabrada ha tenido que aguantar a un PP desleal al municipio, más preocupado por lo que pensarían en las altas esferas de la Comunidad de Madrid que por lo que realmente estaba sucediendo en la localidad. Una vez más, el Partido Popular ha demostrado su carácter egoísta, votando en contra de dos mociones fundamentales para el bienestar de los fuenlabreños.

Núñez se ha justificado trayendo a colación a su líder regional Isabel Díaz Ayuso. Ha alegado que la izquierda ha iniciado una campaña de acoso y derribo contra ella y sus afines políticos más cercanos. Parece que Núñez no recuerda que fue Ayuso quien ordenó cerrar los centros de salud de Fuenlabrada en lo peor de la pandemia, precisamente por la falta de personal que se pretende solucionar ahora. Javier Ayala ha dejado clara su postura sobre este asunto y exigirá que la Comunidad cumpla con las medidas propuestas. Para esta causa se han unido todos los partidos políticos del Pleno de Fuenlabrada, a excepción, de nuevo, del Partido Popular.

Al final, pagan los mismos de siempre: los ciudadanos. En este caso, los fuenlabreños ya han transmitido varias veces a su Ayuntamiento la necesidad de más centros de salud y de más personal. Han llegado incluso a recoger firmas para que se les concedan estas demandas. Y, aun así, todavía hay quien piensa que estas son políticas arbitrarias e improcedentes. Solo queda esperar que, a pesar del difícilmente defendible comportamiento del PP y de la oposición de la Comunidad, Fuenlabrada consiga la sanidad pública que se merece y que tanto ha reclamado.

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